jueves, 25 de noviembre de 2010

Hoy: día internacional de la violencia en contra de la mujer



Lo que son para el hombre el color, la raza, la religión o la nacionalidad en los países conquistados, es el sexo para todas las mujeres en todo país; una exclusión radical de casi todas las ocupaciones honrosas. Los sufrimientos que se engendran de estas causas despiertan de ordinario tan poca simpatía, que casi nadie se ha fijado en la suma de dolores y amarguras que puede causar a la mujer el convencimiento de una existencia fallida y ahogada; […] Cuando considero el daño positivo causado a la mitad de la especie humana por la incapacidad que la hiere, la pérdida de sus facultades más nobles y de su felicidad posible, y el dolor, la decepción y el descontento de su vida, comprendo que, de lo mucho que falta al hombre por luchar para vencer y disminuir las miserias inseparables de su destino sobre la tierra, lo más urgente es que aprenda a no recargar, a no agravar los males que la naturaleza le impone, con egoísmos, injusticias y celosas preocupaciones que restringen mutuamente su libertad y la de su compañera.
John Stuart Mill, La esclavitud femenina, Capítulo XXXVI.

Hoy es el día internacional de la violencia en contra de la mujer, declarado así por un conjunto de naciones latinoamericanas y del Caribe durante los años ochenta en recuerdo a la triste masacre del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha definido a la violencia contra la mujer como: "todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada".

Quisieramos ser positivos el día de hoy, sin embargo, con enojo y rabia manifestamos nuestro desprecio hacia aquellas actitudes indiferentes de las autoridades que han coordinado institucionalmente la discriminación de género en Ciudad Juárez, Chihuahua. Hablamos de los feminicidios aún no resueltos por la Procuraduría de aquel Estado, así como la complicidad de todos los aparatos gubernamentales que se encuentran inmersos en las supuestas investigaciones, que ni el Gobierno Federal como local se atreven a transparentar, porque, tal y como aseveran la mayor parte de los investigadores serios en este país: "el corazón de la impunidad en este país reside en el Ministerio Público".

Tal y como hemos advertido en otros estudios presentados en esta misma Aula Virtual, existe una violencia de género institucionalizada en Ciudad Juárez Chihuahua. La misma Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha encargado de poner a México en los reflectores internacionales por la condena al feminicidio en aquella ciudad fronteriza. Pero quizá lo más lamentable, es que aún no se han encontrado culpables y lo que es peor, existe negligencia de las autoridades para investigar, se han fabricado culpables, además, existe una negativa para exigir responsabilidades a los servidores públicos por las negligencias ocurridas con motivo de esas defectuosas averiguaciones.
"A partir de la información disponible en el expediente ante la Corte, se concluye que no se ha investigado a ninguno de los funcionarios supuestamente responsables por las negligencias ocurridas en el presente caso. En concreto, no se han esclarecido las graves irregularidades en la persecución de responsables y en el manejo de las evidencias durante la primera etapa de la investigación. Ello hace aún más manifiesta la situación de indefensión de las víctimas, contribuye a la impunidad y propicia la repetición crónica de las violaciones de los derechos humanos de que se trata" (Parr. 378 de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos).

Pareciera que las autoridades en nuestro país asumen la mentira y la simulación como verdadera mística en su actuar cotidinado. Sin embargo, bien cabe recordar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, que con cierto pragmatismo afirmaba: "... toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada". Esperemos que la paciencia y la esperanza de las víctimas, así como de todas aquellas personas que sufren por la ineptitud de autoridades en estos crímenes, no se acabe o se termine desviando por cauces violentos.

AVDF