miércoles, 10 de febrero de 2010

La Constitución de 1917

El pasado 5 de Febrero se cumplieron 193 años de la promulgación de la Constitución que actualmente nos rige. Existen diversos sentimientos encontrados entre conservadores y reformistas en torno al texto fundamental creado por el Constituyente de aquélla época y bellamente convertido en una de las primeras Constituciones sociales del mundo. Hasta el día de hoy, si uno consulta la página de la Cámara de Diputados, podrá percatarse que existen ya alrededor de 500 reformas al texto constitucional (menos mal que llevamos la cuenta). Desde la perspectiva de los teóricos, quizá lo más asombroso de nuestra Constitución sea la gran cantidad de reformas realizadas a la misma, situación por la cual ha merecido el calificativo de "La Constitución rígida más flexible" del planeta.

Actualmente existen distintas voces de la misma academia y la arena política que se han manifestado a favor de un nuevo texto constitucional a través de un proceso constituyente. Del otro lado, se encuentran los detractores. En este contexto, algunos siguen sosteniendo la visión de un pasado de antaño, nostálgico, de poesía y retórica constitucional trasnochada. Otra postura intermedia pugna por algunas reformas sustanciales al mismo texto fundamental, procurando dejar intacto el legado social de la Constitución del ´17, tales como los principios rectores en materia laboral, educativa y ejidal (éste último ya caduco por cierto, a raíz del último reparto de tierras a principios de los años noventa). Algunos otros con mayor osadía, buscan el ansiado texto renovador que consagre los postulados del México contemporáneo, que reforme las instituciones y establezca mecanismos más sólidos para el control del poder político y renueve el viejo aparato burocrático de Estado, además de instrumentos más activos para la participación política en la democracia representativa.

Con esta animada coyuntura llegamos al bicentenario de nuestra independencia y centenario de la Revolución, con asignaturas pendientes muy importantes: una reforma de Estado discutida hasta el cansancio, propuestas de diversos sectores para reformar la Constitución, debilitamiento de la esfera pública, apatía ciudadana hacia asuntos de interés público, incapacidad del Estado para lograr su auto-protección (amenaza del crimen organizado). Quizá lo más importante radique en encontrar la fórmula más adecuada para lograr el equilibrio institucional de derechos-libertades y prosperidad-seguridad que todos anhelamos desde nuestro nacimiento como Estado independiente, y que a lo largo de nuestra historia contemporánea han sido una variable escurridiza que esperemos logre sentar finalmente sus bases y fundamentos en este emblemático año para todos los mexicanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario