martes, 29 de diciembre de 2009

Caso Acteal (Entre el Genocidio y el "Usted disculpe")

El 12 de agosto de 2009, la Suprema Corte resolvió el Caso "Acteal" (cuyo documento se encuentra en este mismo Blog, dentro de los Casos Paradigmáticos). Los hechos los recordamos todos, se trata de la matanza de 45 indígenas por grupos paramilitares el 22 de diciembre de 1997.

Cabe destacar que nuestro máximo Tribunal ha sido amplia y severamente criticado por distintos medios de comunicación, ya que la resolución definitiva en los amparos, fue concederlos, por distintas violaciones a los procedimientos penales que se les siguieron a los presuntos culpables de ese entonces, lo que significó concederles la libertad después de tantos años.

Los derechos fundamentales violados en este caso, según la Suprema Corte de Justicia son, entre otros, el debido proceso, la presuncion de inocencia, el derecho a un intérprete y el derecho a la impartición de justicia expedita. En la sentencia que ofrecemos al lector en este mismo Blog, aparecen errores verdaderamente graves en las averiguaciones realizadas por el Ministerio Público y los jueces de aquella entidad; entre muchas de las irregularidades que existieron dentro del proceso penal, fue la creación de pruebas falsas para condenar a los culpables, obtención de pruebas ilegales (lo que doctrina jurisprudencial americana llama fruit of the poison tree), falta de un traductor oficial para muchos de los condenados. Incluso, aunque parezca paradójico e irracional, destaca una valorización de una prueba pericial a partir de la famosa página web Wikipedia.

Aclaramos, no estamos a favor de los presuntos genocidas, tal y como muchos medios informativos han hecho valer cuando afirman que el PJF libera a los culpables. Estamos a favor de que el debido proceso sea llevado a cabo en este país, a través de un sistema acusatorio, abierto, claro y transparente. Es decir, si estas personas, desde el punto de vista de la verdad fáctica, fueron los verdaderos culpables, es una desgracia, pues las averiguaciones y demostración de su culpabilidad ocurrieron tras una cortina negra y de buroracia inútil de funcionarios corruptos y negligentes, en donde, según quedó demostrado en la sentencia que hoy comentamos, se evidencia su trabajo inútil. En caso contrario, los presuntos culpables que permanecieron por largos años en prisión quedarán sin derecho a ser indemnizados, pasando 10 años de su vida, encarcelados por un crimen que no cometieron.

Sin duda alguna, la Corte ha mostrado con el caso Acteal que esta dispuesta a asumir su rol de Tribunal Constitucional, así como su responsabilidad histórica que tiene con la sociedad mexicana. Se ha atrevido a abrir la "caja de pandora" en el sistema de impartición de justicia penal en nuestro país, ha decidido desnudar el sistema de investigación penal. Ha decidido por fin, sentar un precedente emblemático para enfrentar esa cruda realidad de indiferencia y desprecio, a la que a diario se enfrentan miles de personas en las prisiones en este país, por no contar con los recursos económicos suficientes para poder defenderse adecuadamente.

Pero aún nos queda el trago amargo de la ausencia del derecho a la verdad, que quizá nunca sepamos, si seguimos negando el entorno real que vivimos diariamente, el culto a la simulación y a la apariencia, el ninguneo, el de la soledad cerrada, que si nos defiende nos oprime y que al ocultarnos nos desfigura y mutila, tal y como diría Octavio Paz. De nosotros depende seguir arrancando esas máscaras hipócritas tras las que siguen operando impunemente muchas de las autoridades que llevaron inadecuadamente las investigaciones sobre este Genocidio.

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